Dicen por aquí en Catalunya que "qui dies passa, anys empeny" (quien días pasa, años empuja), y hoy acabamos de empujar al 2009 hacia la historia, para dar paso al 2010.
Muchas son las tradiciones que hay en la fecha de hoy. Una de ellas es la del hombre de las narices: suele hacerse la broma de que durante el día de hoy (31 de diciembre) se puede ver por la calle al hombre de las narices, que tiene tantas narices como días tiene el año. Evidentemente la broma se suele gastar más a los niños, que con su habitual inocencia buscan un hombre con 365 narices, hasta que caen en la cuenta de que tal hombre no existe, ya que el año, a fecha de hoy solo tiene un día y por lo tanto, el hombre de las narices es cualquiera.
Pero sin duda alguna, la tradición más conocida es la de las 12 uvas de la suerte, tradición que se remonta tan solo a principios del siglo XX y que se originó única y exclusivamente por intereses económicos.
A finales de 1909, unos viticultores catalanes habían tenido una abundante cosecha de uvas, tanto que les era necesario desprenderse de un excedente considerable. Así, consiguieron venderlas gracias a hacer volar la imaginación, inventando lo que hoy conocemos como las 12 uvas de la suerte, que deben tomarse una a una al compás de las campanadas de la medianoche del día de hoy, pidiendo un deseo por cada uva que se toma. Dicha tradición se ha convertido actualmente en todo un ritual,llegandose a transmitir las campanadas de fin de año en todas las cadenas de televisión de España desde distintos lugares.
Yo no sé si seré capaz de tomarme todas las uvas al compás de las campanadas, si tendré tiempo de pensar un deseo para cada bocado ni por qué cadena de televisión voy a seguir el evento. Lo que sí sé es que os doy las gracias a todos por haberme acompañado durante este año, y os deseo que el 2010 sea un año lleno de salud, felicidad y buenos momentos que podáis compartir con la gente que os rodea o con quienes más queráis.
¿Besos y abrazos a todos!
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