jueves, 27 de agosto de 2009

Los golfos también leemos


Pues sí. Por raro que parezca, un golfo de vez en cuando también le hecha un vistazo a los libros, especialmente a aquellos en los que se enseña algo, o que aportan algo a quien los lee, aunque sea sencillamente sumergirte en un ambiente diferente a la vida real donde conocer otra gente, otras costumbres, otros modos de vivir la vida, etc.

De momento os vengo con tres recomendaciones que al que las siga y lea los libros que comentaré, seguro le van a tener un buen rato entretenido y le aportarán algo nuevo para reflexionar.

Uno de los libros que más me impactaron cuando lo leí por primera vez hace un par de años, fue "El caballero de la armadura oxidada" de Robert Fisher. Se trata de una narración en forma de cuento para adultos, en la que un caballero que se considera bueno, generoso y amoroso va descubriendo poco a poco que la felicidad de uno mismo y de su entorno, así como el hecho de que se le considere buena persona no depende exclusivamente de las batallas que gane, ni de los peligros que corra, ni de los logros materiales que pueda conseguir, sino de cosas mucho más sencillas que irá comprobando en el recorrido que habrá de hacer para quitarse su oxidada armadura, que no es otra cosa que la coraza que nos ponemos todos para aparentar lo que queremos ser ante el mundo exterior. El libro está más bien focado al público masculino, aunque puede servir perfectamente para ambos públicos.

Justo al terminar de leer este libro, me dijeron que había otro libro escrito con un proposito similar pero enfocado al público femenino. No tardé en hacerme con él para devorarlo literalmente. El libro se titula "la princesa que creía en los cuentos de hadas" de Marcia Grad. En él, la autora nos presenta a una princesa sumisa, obligada por su entorno más próximo a seguir las reglas de la vida real, sin que nadie preste atención a lo que ella piensa y siente. Poco a poco, la princesa, asfixiada por la presión que su entorno ejerce sobre ella, emprende un largo camino que la ayudará a saber afrontar varias situaciones y que en definitiva la enseñará, con la ayuda de los personajes con los que se irá cruzando, a enfocar la vida de un modo distinto y valorar las cosas en un sentido totalmente diferente del que ella les daba antes de emprender ese viaje. Quizá pueda parecer un poco pesado al principio, pero la introducción es necesaria tanto para introducir al lector en la vida cotidiana de la princesa, como para que el lector se identifique en algunos de los problemas que tiene qeu afrontar la protagonista, lo cual servirá para que el contenido del libro le sea al lector más accesible.

Por último no quiero acabar este post sin dar las gracias a Candela por haberme recomendado un libro que prácticamente me absorbió: lo empecé y no lo hubiera dejado si no fuera porque tuve que ir a comer en mitad del libro. La novela en cuestión se titula "las cenizas de Ángela" de Frank McCourt. Nos situamos a finales de los años 30 y principios de los 40 en Limerick (Irlanda). El libro nos narra la vida cotidiana en dicho pueblo, como vivía entonces la gente y como lo hacía para seguir adelante, cada uno con sus cosas... En definitiva, nos da a conocer una realidad bastante diferente a la nuestra pero real como la vida misma.

Así que si tenéis tiempo, ganas y moral, ya sabéis en qué emplear los ratos libres que os queden este verano. Si los leéis, que los disfrutéis!


miércoles, 19 de agosto de 2009

Con un par de huevos bien puestos


Permitidme que dedique esta entrada a una persona de la que me siento sumamente orgulloso. Alguien que desde hace mucho tiempo ha venido dando muestras de una fuerza de voluntad y un atrevimiento que muchos ya quisiéeramos tener y que, obviamente, será el protagonista de este artículo. Una persona a la que admiro y quiero mucho: mi hermano Sergi.

Es sabido que el mundo de los ciegos para la mayoría de la sociedad es totalmente desconocido, hasta el extremo de que en muchas ocasiones la gente no sabe qué somos capaces de hacer por nosotros mismos y qué podemos hacer con un poco de ayuda, todo ello provocado indudablemente por la falta de información que hay sobre el tema y, en algunos casos, por la negativa de cierto sector de la sociedad a informarse al respecto. Sin embargo ese es otro tema que daría mucho que hablar y ahora no hace al caso, así que lo reservo para otro post. Afortunadamente cada día somos más los ciegos que, cada uno a su manera, procuran abrirse un camino en esos mundos de hoy en día, ya sea luchando por un trabajo digno como todos, o demostrando de lo que uno puede llegar a ser capaz si encuentra algo que le motive, independientemente de los obstáculos que le puedan surgir. Sin ir más lejos mi hermano Sergi, con 20 años de edad, ciego de nacimiento y tras haber pasado varias veces por el hospital debido a diversas operaciones de espalda, a principios de agosto decidió coger su equipaje e irse solo, sin ningún acompañante y sin saber qué tal saldría la aventura, a México. Allí tenía previsto encontrarse con una familia que había conocido por internet hacía 8 meses, los cuales le acogieron en su casa y lo trataron como un rey, sin que la ceguera y los problemas de espalda fueran un impedimento ni un temor para que juntos pasaran probablemente 15 días de los más felices de sus vidas. Para algunos, esta aventura de mi hermano fue una locura. Para otros, un constante sufrir. Para mí ha sido un ejemplo a seguir, un ejemplo de una persona que no ha dudado en apostarlo todo por algo que le ha motivado, desafiando a todos los peligros a los que se ha visto expuesto, y superando muchos obstáculos que, seguramente, otros no habrían sido capaces de superar.

Por todo ello, no quisiera terminar esta entrada sin expresar mi agradecimiento y felicitar por un lado a mi hermano por la muestra de valor y voluntad que nos ha dado, y por otro a la familia que le acogió en México por haberle demostrado un cariño immenso y sobretodo, una gran disposición a conocer y a convivir con un mundo que para ellos hasta entonces era absolutamente desconocido.